Locales en la playa: cómo evoluciona el negocio del verano

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Todo el mundo espera a que llegue el verano para disfrutar de las ansiadas vacaciones. Imágenes como las de la costa de Valencia, los chiringuitos a rebosar y el buen ambiente se repiten en la mente. Hoy, precisamente, vamos a hablar sobre uno de los negocios de esta época del año: los locales de playa.

Desde los conocidos chiringuitos hasta los chill out, los negocios de venta en la playa triunfan al ubicarse en un sitio único. El ambiente de verano ya viene establecido por la localización, y lo único que hace falta es ofrecer un servicio de calidad. Sin embargo, es interesante saber cómo ha evolucionado este sector de la restauración tan típico de España, y que se inició con los vendedores ambulantes y sus neveras portátiles.

Los mejores destinos de película de España cuentan con tales locales, y forman parte de una tradición de muchos años de antigüedad. Sus ingresos son más altos cada año que pasa, y su éxito está todavía más que probado.

¿Por qué triunfan los chiringuitos?

El negocio de la restauración en la playa está asegurado. Conseguir una licencia para abrir un negocio de chiringuito en la costa no es tan sencillo, pero una vez se tiene solo es cuestión de una buena campaña de marketing y buen servicio para atraer visitantes al local. Además, el lugar solo tiene que asegurarse de servir bebidas refrescantes debido a la situación de calor, y de albergar la gastronomía típica de la comunidad.

El número de turistas que acuden a las diferentes costas españolas crece de forma anual, y lo que buscan es acompañar la buena temperatura con un servicio auténtico. Así pues, el éxito de los chiringuitos se basa sobre todo en su sencillez en la máxima expresión, y además es un modelo de negocio que lleva presente muchos años en la costa española con una garantía que prácticamente ningún otro negocio alberga.

Dentro de este punto se encuentra otra pregunta: ¿han evolucionado realmente los chiringuitos? Sí. Siguiendo la tradición se puede llegar a evolucionar, y este tipo de negocio es el más claro ejemplo de ello. Muchos se han adaptado incluso a las tecnologías, dejando atrás la publicidad por medio del boca a boca entre los potenciales clientes.

El chill out se adapta a las necesidades del turista

Siguiendo la línea evolutiva del chiringuito damos de lleno con el chill out. Estos son locales que, si bien en sus inicios sólo se veían en la noche de la playa, ahora sus horarios se alargan casi a las 24 horas. Las necesidades del turista cambian, y ahora se busca la comodidad con sillones, ambientación musical y más formas de estimular los sentidos.
Muchas personas, sin embargo, califican a estos locales de caros. Lo cierto es que en algunos casos son menos económicos que los chiringuitos, pero merece mucho la pena pasar por ellos y disfrutar de una bebida. Ese es el modelo que funciona y que además va a seguir en evolución durante los próximos años.